Escrito por Doc Bárbara García el 10 de diciembre de 2024
La menstruación es una realidad para millones de personas en el mundo, pero las molestias asociadas, como el síndrome premenstrual (SPM) y los dolores menstruales (dismenorrea), a menudo se minimizan o se enfrentan con desinformación. En este artículo, exploramos qué son estas condiciones, cómo impactan a las personas y qué avances existen para mejorar su calidad de vida.
El síndrome premenstrual afecta a más del 85% de las personas menstruantes en algún momento de su vida. Los síntomas aparecen entre 7 y 14 días antes de la menstruación y pueden incluir:
Para el 10% de las personas, el impacto es tan severo que se diagnostica como Trastorno Disfórico Premenstrual (TDPM), una condición reconocida como trastorno del estado de ánimo.
La dismenorrea, o dolor menstrual, es una de las principales causas de ausentismo escolar y laboral entre personas adolescentes y adultas menstruantes. Se clasifica en dos tipos:
Se estima que entre el 50% y el 90% de las personas adolescentes experimentan dolor menstrual, y hasta el 20% de las personas menstruantes en Argentina reporta dolores tan intensos que afectan sus actividades diarias.
El diagnóstico del SPM y de la dismenorrea requiere un enfoque clínico integral, que incluye evaluaciones ginecológicas, ecografías y, en algunos casos, estudios hormonales.
SPM y TDPM:
Dismenorrea primaria y secundaria:
En casos de dismenorrea secundaria, condiciones como la endometriosis pueden requerir intervenciones quirúrgicas.
En Argentina, la falta de acceso a productos menstruales afecta a más de 8 millones de personas. Esto perpetúa la desigualdad y limita el acceso a la educación y al empleo. Además, productos esenciales como toallitas y tampones tienen un IVA del 21%, gravándolos como artículos de lujo.
A nivel global, el 28 de mayo se celebra el Día Internacional de la Higiene Menstrual, una iniciativa que busca promover la educación, reducir el estigma y garantizar acceso equitativo a productos menstruales. En países como Kenia, Alemania e India, se han implementado políticas públicas como la distribución gratuita de productos y la eliminación de impuestos. Argentina también ha avanzado en la inclusión de la gestión menstrual en la Ley de Educación Sexual Integral (ESI), aunque aún queda mucho por hacer.
Hablar de menstruación sin tabúes es fundamental para garantizar una vida digna para todas las personas menstruantes. La educación, el acceso a productos menstruales y el reconocimiento de condiciones como el SPM y la dismenorrea son pasos esenciales hacia una equidad real.
Si estás buscando información o apoyo, recuerda que existen profesionales que pueden ayudarte. La menstruación es una parte natural de la vida, y merecemos abordarla con respeto y soluciones concretas.